Pablo Greco

A mi criterio la mejor forma de conocer a una persona es saber cuáles son sus pasiones. Por esa razón, considero que en mi presentación, es necesario que conozcan parte de mi infancia.

Crecí en un hogar en donde la cocina ocupaba un lugar primordial, allí desde las primeras horas de la mañana se comenzaba a preparar todo para que nada faltara en la gran mesa familiar, ese aroma se esparcía en toda la casa. Desde las buenas pastas hechas a mano hasta los postres caseros que tanto nos deleitaron. Esas cosas que van de generación en generación y que cada uno apropia y las hace suyas. Creciendo en ese ámbito comencé a sentir que esto era lo que quería hacer. Así, en el año 1992 empezaba a dar mis primeros pasos en las cocinas profesionales, de cada una fui aprendiendo y en cada una fui dejando parte de mí.

En algún momento me vi con la necesidad de profesionalizarme, estudiando con grandes de la cocina, como el chef instructor Mario Brandan, con el cual hoy mantenemos una relación fortalecida con los años, donde tenemos esas largas charlas que pasean desde las viejas costumbres hasta los más innovadores adelantos gastronómicos. Avanzando en este recorrido también realicé eventos con el chef y amigo Martín Rebaudino.

El tiempo y la experiencia me llevaron a querer enseñar lo aprendido. Por ese motivo me convertí en capacitador, instructor y docente. Enriqueciéndome con todo lo vivido en este viaje, colmado de sabores y amistades brindadas por distintas culturas, inicié la labor de asesor gastronómico en distintos lugares donde el servicio y la calidad son pilares muy importantes en el paladar de cada comensal.

Como verán esta es un poco de mi historia. Considero que los grandes logros se obtienen cuando en el afán de alcanzarlos uno se involucra con el cuerpo y el alma. De esa forma me comprometí con mi profesión convirtiéndome no sólo en un chef sino en un profesional apasionado por lo que hace y creo que allí se encuentra la diferencia.